Hay una práctica vieja como viejos son los ángeles, que me fue compartida en dos tiempos diferentes y por diferentes maestros.
Primero, en el camino Esenio, el del amor, la compasión y la energía Crística. Después, por el camino de la Magia, con mayúscula, el de la sabiduría esotérica medieval de todos los buscadores del Santo Grial. (Pero sospecho que ellos lo escucharon primero de los Esenios mismos.)
Esta es la práctica primordial, una meditación desde la cual el resto de la búsqueda interior se desarrolla. Vaya, un básico.
Antes de recibir toda la influencia oriental y la teoría sobre los chakras, ya se intuía en occidente que dentro de nosotros habitan esferas de energía que forman parte de nuestro ser integrado y que pueden potenciarse para alcanzar la iluminación.
En esta meditación visualizamos cómo vamos abriendo una a una, las cinco esferas sutiles dentro de nosotros para así convertirnos en un pilar de luz, en un canal fuerte que permita el paso de energía entre el cielo y la tierra y así anclar nuestro corazón a su poder y vitalidad.
Haz esta meditación y te darás cuenta del poder que tiene. Lee primero las instrucciones y después escucha el audio con la guía paso a paso.
¡Cuéntame de tu experiencia!
Instrucciones.
Encontrar un lugar de calma en nuestra mente.
Visualizar una esfera tornasolada, inmensa, en el cielo, arriba en el universo, abrazándolo todo. La energía Divina. Mantente en contemplación de esa luz cálida y amorosa durante unos momentos.
Cuando estés listo, trae esa energía poco a poco hacia ti, hasta lograr conectarla con la PRIMERA ESFERA en tu cuerpo, localizada unos centímetros arriba de tu cabeza, en color BLANCO brillante. Inhala y exhala mientras vizualizas como crece tu esfera de luz blanca en fuerza y tamaño al ritmo de tu respiración.
Baja esa energía hasta tu SEGUNDA ESFERA, a la altura de tu glándula pineal, visualizándola en color PLATEADO, y haciéndola crecer en fuerza y tamaño al ritmo de tu respiración.
Baja la energía hacia tu TERCERA ESFERA, en el centro de tu pecho, en un brillante color DORADO, haciéndola crecer en fuerza y tamaño al ritmo de tu respiración.
Bajar la energía hacia tu CUARTA ESFERA, a la altura de tu vientre, en un color MORADO intenso, y permanece ahí, haciéndola crecer en fuerza y tamaño al ritmo de tu respiración.
Baja la energía, sin perder contacto con todas las anteriores, hasta la QUINTA ESFERA que está en tus pies y conecta con el suelo. Es de color NEGRO profundo y aquí sentirás como tu cuerpo entero se llena de voltaje, mantente en ella, haciéndola crecer en fuerza y tamaño al ritmo de tu respiración.
Ahora visualiza una esfera gigante en un hermoso color verde esmeralda, es la energía de Gaia. Conecta con esa energía y nota como te llenas de vida y energía.
Contempla como estás conectado con la Divinidad a través de tu cabeza y con Gaia a través de tus pies, eres un pilar de luz y tus cinco esferas brillan intensamente y mantienen un ritmo de movimiento similar a tu respiración.
Ahora, intenta mover esa energía a través de ti, intentando ser un canal de dos vías. Por tu lado derecho sientes subir la energía de Gaia y llegar hasta el cielo. Por tu lado izquierdo sientes bajar la energía de la Divinidad y llegar hasta la Tierra, similar al recorrido de tu sangre. Mantente en esta contemplación todo el tiempo que te sea posible.
Cuando estes listo para terminar la visualización, puedes dar un aplauso, o un fuerte pisotón en el piso para "sellar" esta energía, y después, puedes volver a tu espacio en la materia. Esta energía te acompañará todo el día.
Bendiciones para ti.
Olga
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